Centro Andaluz de la Fotografía. 
Calle Pintor Díaz Molina, s/n. 04002-Almería
06/04/2024 - 16/06/2024
De martes a domingo, mañanas, de 10 a 14 horas. Tardes, de 17.30 a 20.30 horas.
Organiza: Agencia Andaluza de Instituciones Culturales
Colabora: Lee Miller Archives: Ono Arte Contemporanea
Surrealista Lee Miller es la exposición que recorre la vida humana y profesional de Lee Miller, centrándose en la mirada surrealista de la fotógrafa que, formada a finales de los años veinte en París, trasciende esta breve coyuntura temporal para convertirse en un rasgo peculiar de su poética.
Surrealista es tanto su forma de observar como el vocabulario fotográfico que utiliza, caracterizado por el uso de metáforas, antítesis y paradojas visuales destinadas a revelar la insólita belleza de la vida cotidiana. Surrealista es su forma de ver la vida. 
Cien años después de la publicación del "Manifeste du Surréalisme" de André Breton y el consiguiente nacimiento del Surrealismo esta exposición también pretende ilustrar cómo este movimiento es mucho más que una tendencia artística, sino una verdadera forma de interpretar la vida.
La exposición se desarrolla a través de diferentes áreas temáticas: partiendo del trabajo de estudio en París, donde la fotógrafa trabaja con experimentación técnica y compositiva, pasamos al mundo de la moda y la publicidad, en Nueva York, donde Miller expresa mejor sus dotes de retratista y fotógrafa comercial sin renunciar nunca a su estilo surrealista.
El tema surrealista vuelve también en los bodegones y paisajes que enriquecen el conjunto de su obra cuando se traslada a Egipto; y de nuevo durante los terribles años de la Segunda Guerra Mundial, cuando Lee inmortaliza la guerra en todas sus facetas: Londres -ya en casa tras su matrimonio con Roland Penrose- devastada por los bombardeos, pero donde la vida cotidiana sigue fluyendo; Francia, resistiendo junto a las tropas aliadas, a las que Miller sigue en primera línea, convirtiéndose en corresponsal de primera línea para Vogue; Alemania, con el horror de los campos de concentración de Buchenwald y Dachau, fotografiados a las pocas horas de su liberación.
Incluso en los últimos años de su carrera, Miller, aunque profundamente marcada por su paso por el frente, no abandonó su mirada surrealista cuando, dejando a un lado su cámara, volcó sus energías creativas en la cocina.
Biografía
Lee Miller nació en Poughkeepsie, estado de Nueva York, el 23 de abril de 1907, hija de Florence y Theodore, un hombre brillante y creativo, de quien Lee aprendió su amor por la tecnología y la experimentación, su obstinación en llevar a cabo sus propios proyectos -incluso los más extravagantes-, pero sobre todo su pasión por la fotografía. Niña de belleza etérea y personalidad rebelde al mismo tiempo, Lee prefiere desde muy pequeña los juegos peligrosos en el jardín y los jugueteos en su pequeño laboratorio de química a las muñecas
Sin embargo, su infancia no es despreocupada: a los siete años es violada por un amigo de la familia que le transmite una enfermedad venérea. Sus padres, para aliviar su dolor, acceden a todas sus peticiones, lo que hace aún más desvergonzada a la ya de por sí atrevida Lee.
Tras la enésima expulsión del instituto, su padre se ve obligado a buscar una alternativa para su educación, decidiendo en 1925 enviarla a París, donde se matricula inicialmente en una escuela de teatro, abandonándola poco después para vivir como una bohemia. La familia la llama entonces de vuelta a Estados Unidos, donde Lee ingresa en 1926 en la Art Students League de Nueva York, donde un suceso fortuito cambia drásticamente su futuro.
Corre el año 1927: Lee Miller está a punto de cruzar una concurrida calle de Nueva York y corre peligro de ser atropellada por un coche, pero Condé Nast -propietario de importantes revistas de moda como "Vogue" y "Vanity Fair"- la agarra rápidamente y le salva la vida. Ella tartamudea algo en francés del susto y él queda inmediatamente impresionado por la joven con su atuendo europeo.
En marzo de ese mismo año, el rostro de Lee Miller se utiliza para ilustrar una portada ya histórica de "Vogue" diseñada por Georges Lepape. Lee no tarda en convertirse en una de las modelos más solicitadas, el nuevo rostro de la sociedad moderna, la encarnación de la nueva mujer: rasgos elegantes, pelo rubio a la garçonne, gestos refinados, mirada segura y actitud impasible.
Muchos fotógrafos quisieron retratarla -Edward Steichen, George Hoyningen-Huene, Nickolas Muray, Horst P. Horst, Arnold Genthe- e innumerables sesiones fotográficas contaron con su presencia, incluido el primer anuncio de tampones femeninos en el que aparecía una mujer en carne y hueso, lo que provocó no poco escándalo en la época. Aunque Lee está enamorada de la alta sociedad neoyorquina, echa mucho de menos la vida parisina y, armada con una carta de presentación para Man Ray firmada por Steichen, la joven modelo parte hacia Europa.
Esta exposición comienza en este momento de la vida de Lee Miller, cuando aterriza en Marsella y, tras un breve periodo en Italia, llega finalmente a París para hacer realidad su sueño de convertirse en fotógrafa.
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